Aritz Aduriz volvió a su casa hace casi un año para sumarse a la ilusión que la campaña de los leones había despertado no solo en el entorno rojiblanco más inmediato sino más allá. Sumarse a un proyecto en el que entonces parecía que lo mejor estaba por llegar. Meses después, el donostiarra no esconde el batacazo de sus expectativas personales, peleando por evitar el descenso a falta de seis jornadas, tras una errática campaña que no ha colmado las esperanzas de nadie, ni de él ni de sus propios compañeros y menos todavía de la afición.

vía Aduriz cree que esta mala campaña ayudará a «madurar» al equipo – GARA.