Entre las numerosas tareas a realizar por Ernesto Valverde, entre ellas dotar al equipo de un sello de identidad que el pasado año no tuvo, figura el impulsar a futbolistas que por desuso apenas pudieron demostrar el nivel que poseen. Los casos más llamativos pueden ser los de Gaizka Toquero e Ismael López, a los que el ideario de Marcelo Bielsa -concentró la mayor parte de los minutos en un grupo de unos 14 efectivos- o la falta de encaje o de descanso colocaron en un segundo plano. Ambos pueden aportar mucho más y lo mismo cabe decir de otros rojiblancos.

El delantero gasteiztarra apenas contó en las oraciones del entrenador argentino. Tanto es así que a a cualquier aficionado que recurra a la estadísticas ligueras le asalta una reacción de sorpresa: ¡solo 217 minutos! A pesar de que ha disputado 16 encuentros, 15 de ellos de suplente, su aportación ha sido muy escasa. No ha marcado, cuando en temporadas anteriores dejaba huella de su olfato, aunque bien es verdad que con moderación. En la primera con el entrenador argentino firmó cuatro después de haber disputado 1.537 minutos -casi ocho veces más que en la segunda- y haberse enfundado la camiseta en 35 ocasiones, 15 de ellas desde el inicio…

vía La gran reválida de Toquero e Isma López.