ALGUNOS apologistas de lo positivo tenemos un automatismo que repetimos sistemáticamente en todos los órdenes de nuestra vida, aun a riesgo de parecer unos ilusos desnortados que viven en un mundo paralelo alejado de la realidad. Se trata de hacer siempre el ejercicio, no necesariamente sencillo, de mirar la vida desde un prisma favorable, incluso en los pasajes que destacan por su marcado acento negativo. Los optimistas no solemos ponernos la venda antes de la herida. Ver la botella medio llena permite amortiguar los golpes cuando llegan y no flagelarse antes de que las penurias llamen a la puerta…
A- ÚLTIMAS NOTICIAS/AZKEN BERRIAK, H- OPINIÓN/IRITZI, Z1- TEMPORADA 2013-14