AL primer derbi del año asistimos con una alta dosis de expectación. \»Por fin un duelo en las alturas\», leía el otro día en este diario y no se puede definir mejor. Desde el año del centenario rojiblanco no se había repetido una pugna con tantos quilates. Se trata sin duda de un desafío de altos vuelos en el que se pondrán en liza las mejores estadísticas y prestaciones de ambos contendientes en los últimos quince años.
Tenemos por tanto la oportunidad de contemplar un derbi en estado puro, uno de esos partidos supremos al que esta vez no le faltará de nada. A la tradicional rivalidad deportiva y territorial, le aliñaremos una sabrosa combinación del buen fútbol que ambos vienen…