El uno de mayo del año pasado escribí el que fue mi artículo centenario en esta página. Y fue una colaboración amarga, recién enterado de la enfermedad de mi ex jefe, mi ex compañero y mi amigo Jose Iragorri. Desde entonces nos fuimos todos convenciendo de que seguía goleando e imponiéndose a su mal, partido tras partido, día tras día. Y ya habíamos llegado a ese punto en el que primaba el convencimiento de que había vencido y sólo restaba mantener el resultado… pero el resultado en estos casos siempre acaba favoreciendo al rival más indeseable que puede tener uno enfrente y que juega con todo a favor, trampas y putadas incluidas…
vía El recuerdo de un grande del Athletic | elathleticclub.com.