Lo conozco bastante bien porque a mí también me tocó pasar un trago amargo en su momento. No tan amargo ni de lejos como los de este pasado domingo pero está claro que ir a ese campo es jugarte algo más que unas bofetadas a mano abierta. Jimmy, el ultra (porque también lo era) del Deportivo ha sido la víctima esta vez. Muy diferente a lo que pasó con Aitor Zabaleta, muy diferente pero al final igual, muerte, ASESINADOS por dos hijos de las cuatro letras…

vía Conozco el Calderón y sus alrededores | elathleticclub.com.