El silencio de San Mamés se escuchó como nunca durante la tarde del pasado domingo mientras el Athletic recibía la visita del Granada. Cuesta creer que en un estadio moderno como el rojiblanco hasta los aficionados situados en las localidades más altas pudiesen oír con absoluta nitidez el ruido del balón lanzado por Uche a uno de los postes de la portería defendida por Gorka Iraizoz. El mutismo imperaba entonces a nivel de grada…

Origen: mundodeportivo.com