BILBAO – Es uno de los futbolistas que ejercen un papel prácticamente residual hasta la fecha. La situación de Sabin Merino (Urduliz, 4 de enero de 1992) no es cómoda, porque no cuenta con la confianza de José Ángel Ziganda y porque tampoco ha ofrecido ese juego reivindicativo en las escasas oportunidades de las que ha gozado, por lo que el jugador, a las puertas de cumplir los 26 años de edad, se plantea su futuro a medio plazo…
Origen: Deia, Noticias de Bizkaia