NI me gusta, ni me interesa, ni sé de fútbol. Por eso no tendría que haber perdido dos horas de mi vida en San Mamés y ¡encima a mediodía! ¿Es que esta gente no come? ¿No tienen familia? Sí, he escrito PERDIDO y no han sido solo un montón de minutos, por culpa del fútbol ayer también perdí el ritmo de los biorritmos, mi dieta cardiosaludable y la cita dominical con el vermú…
Origen: Deia, Noticias de Bizkaia